REVOLUCIONES BURGUESAS Y NACIONALISMO.
LA REVOLUCIÓN FRANCESA
EL GOBIERNO DE NAPOLEÓN:
Napoleón puso fin a la revolución propiamente dicha y, también, la institucionalizó. Algunas características de su gobierno fueron:
- Creación del Código de Napoleón. Suponía un nuevo orden institucional que sustituía la legislación del Antiguo Régimen y en el que recopiló leyes que serían iguales para todos los ciudadanos.
- Principio de las carreras abiertas al talento. Esta nueva medida permitía a los burgueses asumir altos cargos, e incluso creó una nueva nobleza a la que se accedía por méritos, no por nacimiento.
- Restablecimiento del orden. Organizó la acción policial para evitar desórdenes públicos, saneó las finanzas y centralizó la Administración. Además, reanudó las relaciones con la Iglesia católica.
EL CONGRESO DE VIENA (1815) Y LA RESTAURACIÓN.
Al sistema establecido en el Congreso de Viena se opusieron dos principios revolucionarios:
- LIBERALISMO. Su objetivo era acabar con el absolutismo mediante constituciones y parlamentos. El liberalismo propiamente dicho exigía sufragio censitario, que excluía a quienes no estuvieran inscritos en un censo de propietarios contribuyentes.
- NACIONALISMO. Exigía la libertad de las naciones: unas veces, para unirse a las que habían quedado separadas en el nuevo mapa de Europa; y otras, liberando a las que habían sido entregadas y sometidas a monarcas extranjeros.
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